La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la altura de una persona. Se utiliza para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talle en metros (kg/m2).
La definición de la OMS es la siguiente:
- Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
- Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
¿Cuáles son las causas?
La causa fundamental es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Además, se ha producido un descenso en la actividad física como resultado del sedentarismo provocado por el trabajo, por el uso de computadoras y videojuegos, y por la urbanización que nos lleva a manejarnos en auto o transporte público.
¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?
Un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles como:
- Las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular).
- La diabetes.
- Los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones).
- Algunos tipos de cáncer (del endometrio, de mama y de colon).
¿Cómo pueden reducirse el sobrepeso y la obesidad?
El sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son, en gran parte, prevenibles.
Consejos:
- Llevar una dieta balanceada y limitar el consumo de alimentos altos en grasas.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Limitar la ingesta de azúcares.
- Realizar una actividad física periódica.
- Consultar con un nutricionista para tener una dieta organizada y un control periódico.
Fuente: Organización Mundial de la Salud