Prediabetes, síndrome metabólico y diabetes

Prediabetes, síndrome metabólico y diabetes

Prediabetes

Cuando al realizar una prueba de tolerancia a la glucosa, los valores obtenidos se colocan en rango superior al normal, pero no suficientemente alto como para calificarlo de diabetes, se trata de una prediabetes. Una persona prediabética está expuesta a un riesgo elevado de desarrollar diabetes en el futuro.

Síndrome metabólico

Hacia 1990, se introdujo el término “síndrome metabólico” para describir un conjunto de condiciones que, manifestadas en conjunto, pueden indicar una predisposición a la diabetes, a la hipertensión y a las enfermedades cardíacas.
El control de estas condiciones: sobrepeso, factores hereditarios, mujeres post parto, perfil lipídico elevado e hipertensión es decisivo para que este estado se revierta o se transforme en una diabetes tipo II. Se puede llegar a excelentes términos cuando el paciente colabora activamente en su resolución.

Diabetes tipo I

Este tipo de diabetes comienza cuando el páncreas no es capaz de generar insulina.
Los síntomas son severos y fáciles de detectar:

  • Mucha sed.
  • Frecuencia al orinar día y noche,
  • Pérdida de peso.

La dificultad se atiende inyectando insulina que, bien dosificada, mantiene a la persona con una buena calidad de vida. De esa forma, la glucosa en sangre se normaliza, ayudada por una dieta saludable y ejercicios físicos en forma regular.

Diabetes tipo II

La mayoría de las personas son advertidas de este problema al realizar un examen de rutina. En ese caso, el organismo tiene dificultad para utilizar su propia insulina en el control de azúcar de su sangre. Puede o no haber síntomas, tales como cambios en la visión, irritabilidad, comezón de piernas y pies, infecciones que no sanan rápidamente.
El descubrimiento precoz de esta enfermedad es útil para impedir el desarrollo de complicaciones asociadas. Es importante realizar periódicos exámenes de sangre, control de la presión arterial, colesterol, análisis de orina completo y concurrir al oculista. Las personas con diabetes tipo II producen insulina pero ésta no regula suficientemente los niveles de glucosa. Se resuelve con una gran variedad de medicamentos por vía oral, con una dieta equilibrada y con ejercicios físicos realizados regularmente.