Se producen generalmente por una lesión, esfuerzo o estrés, y aunque no nos guste sentirlos, son necesarios.
Si no fuéramos capaces de sentir el dolor sería muy difícil darnos cuenta cuándo nuestro cuerpo está dañado. El dolor nos obliga a cambiar nuestro comportamiento para protegernos de futuros daños.
Identificación del dolor
El dolor aparece en las más variadas formas, por ejemplo: de cabeza, espalda, muscular o articular. Antes de buscar el alivio, es importante escuchar a nuestro cuerpo e identificar el origen de la molestia para evitar repetirlo en el futuro. Si el dolor persiste, es crónico o muy intenso siempre es recomendable buscar el consejo del médico clínico o farmacéutico para que recomiende una acción determinada.
Analgésicos
Tópicos
- Árnica:
Es un analgésico de origen natural y posee propiedades medicinales. Está indicado para calmar dolores producidos por golpes y caídas, ya que mejora la piel en caso de moretones e inflamación.
- Diclofenac Tópico:
Es adecuado para el alivio local de dolor e inflamación leves, como por ejemplo para pequeñas contusiones, tortícolis u otras contracturas, lumbalgias y esguinces leves, osteoartritis leve en rodillas y dedos.
Vía oral
- Ibuprofeno
A pesar de ser mayormente conocido para bajar la fiebre, suele ser indicado como anti-inflamatorio y para disminuir dolor muscular.
- Paracetamol
Al igual que el Ibuprofeno, se caracteriza por tener efectos analgésicos y antifebriles. Pero, a diferencia de este, no posee acción anti-inflamatoria.