Analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos. Una familia muy conocida.
Entre los medicamentos de uso corriente, existe una familia de fármacos, los AINES, cuyos integrantes comparten propiedades comunes: todos son analgésicos, pues calman el dolor, son antiinflamatorios, combaten la inflamación y son antipiréticos, bajan la fiebre.
La sigla con la que se conoce, AINES, significa: Antiinflamatorios no esteroides. Esta denominación nos aclara que disminuyen la inflamación, pero no son corticoides.
Las propiedades inicialmente citadas están presentes en todos estos principios activos, aunque difieren en magnitud o potencia. Así unos son más analgésicos y antipiréticos, como el paracetamol y la aspirina; algunos son más antiinflamatorios como el diclofenac y otros son eficaces analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos, como el ibuprofeno y el naproxeno.
En general también comparten similares efectos secundarios, como ser los trastornos gastro-intestinales que generan. Por ello, en general se recomienda administrarlos con los alimentos para disminuir los efectos indeseables, como la acidez o el ardor estomacal.
Los AINES poseen una propiedad adicional: son antiagregantes plaquetarios. ¿Qué significa esto?
Pues que evitan la unión de las plaquetas sanguíneas entre sí. Por la acción de los AINES, se fluidifica la sangre y se reduce la formación de posibles «trombos». Tal es el caso de la aspirina, que en diferentes dosis es indicada por el médico a los pacientes adultos con problemas cardíacos.
En cuanto a los niños y adolescentes que padezcan enfermedades virales como gripe o varicela no deben tomar aspirina, para combatir la fiebre o el malestar, pues pueden desarrollar el Síndrome de Reye, que aunque muy poco frecuente puede traer graves consecuencias.
En cuanto al Paracetamol, de todos los AINES es el mejor tolerado a nivel estomacal. De todos modos debe tenerse en cuenta la dosis máxima diaria para adultos (no superar los 3 g /día).
Algunos de estos medicamentos se presentan en cápsulas blandas. Las mismas contienen el principio activo disuelto en su interior, lo que facilita su absorción en el tracto gastrointestinal. Con las cápsulas blandas el efecto terapéutico deseado se inicia en un tiempo más corto que con los comprimidos o cápsulas convencionales. Por eso se denominan de RAPIDA ACCION.
Los AINES se administran fundamentalmente por vía oral. Asimismo se dispone de formas farmacéuticas de uso externo como geles, cremas y aerosoles.
Estos productos se indican en caso de inflamación y dolor localizados y deben ser aplicados sobre la piel sana.